Para el Grupo Unagras, central de compras y servicios en el sector de la alimentación y de la gestión de supermercados, realizamos el proyecto de renovación y reforma de la zona de recepción y sala de espera de su sede en el Paseo de la Castellana, en el corazón de Madrid.
Desde Solida Equipamiento Integral nos encargamos de cambiar el diseño del espacio por otro más moderno y actual y de equipar la estancia final.
Para esta zona, desde Unagras tenían muy claro lo que esperaban de nosotros: que supiésemos encontrar la manera de actualizar el espacio de recepción y sala de espera de su oficina mediante un proyecto de reforma. Para Unagras, había dos ideas principales a conseguir:
Desde Solida Equipamiento Integral encontramos rápidamente la solución perfecta y más adecuada a lo requerido por el cliente.
Visualizamos que la zona a reformar es la carta de presentación de la empresa a sus clientes, por lo que nos pareció vital que ésta fuese amplia, luminosa y actualizada. Con este objetivo, transformamos el espacio, inicialmente de aspecto reducido, en un entorno diáfano de 30 m2, uniendo las dos estancias (recepción y sala de espera) y eliminando las barreras arquitectónicas entre ellas.
Sin duda, esta reforma en la oficina de Madrid de Unagras dio al espacio un toque más actual, con estilo sencillo y elegante al mismo tiempo, más acorde a la nueva identidad de la marca. Un lavado de cara realizado en tan solo mes y medio que cambió el diseño y la percepción del lugar para empleados y clientes.
Las estancias de recepción y de sala de espera se unieron para conseguir un espacio más amplio y actualizado, para lo que se requirieron trabajos de obra y diseño, como:
Como parte de la búsqueda de un entorno más actualizado y funcional, se vistió el espacio con colores neutros y elegantes, predominando los grises y negros.
Otra fase fundamental del proyecto fue la selección del mobiliario más adecuado para equipar la sala. Destacan los sofás, que aportaron modernidad y comodidad, y que continuaron con los tonos calmados de suelos y techos. El espacio se vistió también con lámparas, sillas y mesas, algunas de estas últimas reutilizadas por el valor sentimental que suponían para el cliente.
Como se ha comentado, se recurre a la iluminación indirecta para señalar y poner más foco en zonas concretas del entorno, como el mostrador o paredes y techos.
También se realizó el logo en relieve, colocado tras el puesto de recepción, que cuenta con iluminación indirecta que le otorga protagonismo y notoriedad en la sala.
En definitiva, un antes y un después claramente diferenciado que aportó dos características únicas al espacio:
